domingo, 11 de marzo de 2012

Virtuoso atrapado.




Su sabor a arco iris perlado
Hace de mi mente un espejismo.
Su credulidad me trasforma en una victima fácil.
Soy una presa más de sus labios olor a luna nueva.
Después de captarme con sus diodos luminosos, se tatuó entre sus cejas mi nombre con sangre de rosa.
Me convenció de entrar en su circulo agridulce con artificios modernos,
Su capricho por el rose me acostó entre cedas negras.
Cerró mis ojos con calumnias románticas,
Amordazó mis sentidos a la cuenta de dos,
Confeccionó un cuadro con mis suspiros y lo tasó a mil noches de desvelos que nadie se animó a pagar,
Cayó en la cuenta de que tanto no perdura el olvido pero menos el recuerdo,
Ensimismado en mis encantos se convenció de que era su obra maestra 
“yo tampoco puedo pagar ese precio” dijo y el temor lo arrebató de su fresca seguridad.
Así emputeció mi final y se hecho a reír y se hecho a llorar…

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